Cultura del Olivo
En nuestra comarca, contamos con un apreciado tesoro, un divino don, que reporta prestigio y reconocimiento universal a esta tierra. Materializado en un auténtico oro líquido, el aceite de nuestros olivos se ha convertido en uno de nuestros mejores embajadores en las mesas y cocinas de todo el mundo. Avalado por una calidad extraordinaria, el Aceite, Nuestro Aceite, lleva consigo una importante carga de tradición e innovación, cultura y desarrollo, salud y artesanía.
El Olivo, el árbol del que se extrae el aceite, es símbolo de Paz y de la Cultura Mediterránea, además de una de las señas de identidad de nuestra comarca, rodeado de un carácter mitológico, determina toda una idiosincrasia, una cultura popular y unas costumbres que llenan de singularidades a las gentes de este lugar.
Ya existen referencias en el neolítico al aprovechamiento del olivo y en la época romana, el aceite de la Bética alimentó y alumbró a la Roma Imperial. Importancia que se mantuvo íntimamente asociada tanto a la cultura musulmana como a la cristiana.
Al olivar y al aceite se le valora por sus numerosas aplicaciones. Mil usos para un producto milenario. Pero sin duda, la utilización del aceite de oliva en la cocina como base de una exquisita gastronomía popular es el que más satisfacción reporta, dando un toque de distinción que va desde el plato más tradicional al más simple, y aportando su exquisito sabor y aroma, a toda una vasta gama de platos y productos, desde potajes, gazpachos, salmorejos, fritos, salsas, revueltos, ensaladas, dulces e incluso tomado en los tradicionales “hoyos de aceite” que se acompañan con aceitunas machacadas o bacalao.
Además el aceite de oliva virgen, que es el que aquí mayormente se produce, es un producto enteramente natural, extraído directamente por la simple presión de la aceituna, rico en vitamina E y con cualidades antioxidantes y que conserva el sabor, aroma y aporte vitamínico de los frutos de donde procede.
Desde antiguo se conocen otros usos del olivo y su fruto, que a punto de extinguirse hoy se están recuperando como la obtención de jabones, cosméticos y aceites esenciales basados en aceite de oliva virgen, o la fabricación de abonos a partir de orujos y alpechines, la generación de electricidad a partir de la biomasa sobrante en el proceso de elaboración del aceite, la construcción artesanal de muebles de madera de olivo, que reporta reconocimiento internacional a la localidad de Castro del Río, sitio destacado como de Interés Artesanal de Andalucía. Todo ello genera una cultura del olivar y del aceite que enriquecerá al visitante tanto como ennoblece al autóctono.
Desde el punto de vista paisajístico vinculado al olivar, esta tierra cuenta con parajes de singular belleza como “Las Cumbres”, en la carretera de Doña Mencía a Nueva Carteya, el paraje del río Guadalmoral, situado en el cerro del Romeral, la laguna “La Quinta”, en la carretera de Fuentidueña.
Para conocer y poder apreciar todo lo relacionado con esta cultura del Olivar y el Aceite, nada mejor que acercarse a las almazaras y cooperativas donde se obra el milagro de convertir la aceituna en auténtico oro líquido. O a sus museos, que son varios en la comarca.
Museo del Olivar y el Aceite de Baena